Permitir que el coche actúe de forma automática es crucial para alcanzar la visión de que los coches del futuro no sufran accidentes. Los actuales sistemas de frenado automático, el sistema de advertencia de cambio de carril así como el control de crucero adaptativo, son ejemplos de los primeros pasos hacia la conducción autónoma. Ahora Volvo Cars se dirige hacia tecnologías con mayor grado de conducción autónoma en situaciones de tráfico normal.

Volvo cars

Las primeras funciones autónomas se introducirán en el nuevo Volvo XC90 al final de 2014: el Control de Crucero Adaptativo con Asistencia en la Dirección seguirá de forma automática al vehículo que nos precede en atascos. Otras funciones que incluye son la detección del borde y barreras de la carretera con asistencia en la dirección, que detecta si el coche se va a salir de la carretera y en ese caso, de forma autónoma, aplicar un par de dirección para situarlo en la dirección correcta.

El siguiente paso es el desarrollo de una tecnología que haga que el coche siga al vehículo que le precede a velocidades más altas, lo que permite que el conductor deje libre el volante mientras supervisa la conducción. Esto a su vez abre la vía para la introducción de los coches altamente autónomos que tienen la responsabilidad sobre el vehículo, manejando todas las funciones de la conducción, moderado por el conductor.

Esta sofisticada tecnología será probada y evaluada por los usuarios en el proyecto de Volvo Cars “Drive Me” en la ciudad sueca de Gotemburgo. En 2017, 100 clientes se unirán al proyecto mientras prueban 100 coches Volvo conducidos de forma autónoma en carreteras públicas seleccionadas alrededor de la ciudad.

Este proyecto único a nivel mundial es fruto de la colaboración entre Volvo Cars, la Administración Sueca de Transporte, la Agencia de Transporte Sueca, el Parque Científico de Lidholmen y la ciudad de Gotemburgo. El proyecto “Drive Me”, avalado por el Gobierno Sueco, se iniciará en 2014 con una evaluación conjunta y el desarrollo de los vehículos de pruebas.

 La conducción autónoma traerá beneficios a los consumidores y cambiará fundamentalmente la visión de los coches. Como conductor del futuro se podrá planificar la conducción con una mezcla de conducción autónoma y activa, permitiendo hacer un uso más eficiente de los desplazamientos diarios. Se podrá utilizar de forma más segura con el móvil o tablet o simplemente relajarse. La conducción autónoma abre así un camino para una gestión más eficiente del tiempo mientras se está al volante.

La conducción autónoma – con la dirección, la aceleración y el frenado controlado automáticamente por un vehículo que requiere muy poca interacción humana – ya está presente en la sociedad moderna.