Catalunya tendrá 10 nuevo radares en funcionamiento en los próximos meses. El Servicio Catalán de Tránsito (SCT) está acabando de instalarlos en puntos estratégicos de varias carreteras como la A7, la C-16, la N-II o la C-66. Todos ellos son radares de tramo, que calculan la media de velocidad de un coche en un tramo concreto de carretera y si se supera el límite permitido, multa.

Con estos diez nuevos aparatos en Cataluña ya habrá 24. Los que se estrenarán primero son los de la autovía A-7 en Tarragona, entre Vila-seca y Altafulla; en la C-16 en Cercs entre Bagà y Berga; en la C-16 entre Terrassa y Barcelona; en la N-II entre Capmany y Agullana y en la C-66 entre Corçà, Flaçà y Sant Joan de Mollet.

Catalunya fue pionera en el Estado y comenzó a utilizar estos radares hace cinco años. El primero fue el del Túnel de Vielha, de seis kilómetros de longitud. Ha multado ya un total de 2.799 conductores.

Desde el SCT se defienden estos aparatos como elementos disuasorios y no recaudatorios. Se quiere concienciar a los conductores a respetar los límites de velocidad.