Texto: Pere Prat

Será muy difícil que cualquier otro fabricante de automóviles con un siglo de vida sea capaz de condensar tan adecuadamente su dilatada historia en una sola palabra. En el caso de Citroën, en cambio, la cosa es muy fácil, puesto que existe unanimidad entre los expertos del sector en identificar la comodidad como la constante genética que ha marcado el camino de sus coches.

A lo largo de su trayectoria, esta marca francesa ha protagonizado importantes puntos de inflexión mediante vehículos que se han adelantado muchas veces a su época. El mítico Citroën 11 CV Traction está considerado como el primer coche de la historia fácil de conducir. Mención especial merece también el carismático 2 CV, un modelo que puso Europa sobre ruedas.

Pero la sublimación del confort llegó con el GS y el CX, dos joyas motorizadas que sorprendieron al mundo por sus osados compendios tecnológicos, entre los que destacaban sus ingeniosos conjuntos de suspensiones. El flamante C5 Aircross traslada hacia el futuro la extraordinaria herencia de la marca, a través del conjunto de soluciones que componen el programa Citroën Advanced Comfort.

 

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