FORD MUSTANG: Icono Americano

Texto: Sergi Mejías / Fotos: Anna Affeltranger

Pocos modelos podemos encontrar a lo largo de la historia de la automoción tan icónicos como el Mustang, un coche que ha perdurado a lo largo de las décadas como icono de de las cuatro ruedas, una leyenda que Ford se encarga de mantener viva lustro a lustro.

La nueva generación del Mustang cuenta con dos versiones, el EcoBossot 2.3 de 317 CV y el V8 5.0 de 421 CV en carrocerías Fastback y Convertible. Y lo decimos porque tuvimos la oportunidad de probar el V8 Fastback, el ‘genuino americano’.

Estéticamente, el Mustang es único. Por delante es precioso y la trasera sigue siendo igual de atractiva con esos polemizados grupos ópticos. Por dentro las plazas delanteras son amplias, no tanto las traseras. El equipo de sonido Shaker Pro de 390 vatios de potencia pasará inadvertido, al principio, porque solo querrás oír el sonido del V8.

Dar al botón de arranque nos provocará una rápida subida de adrenalina. Poner primera y salir nos llevará a otro estadio sensorial y si pisamos con decisión la lineal entrega de potencia del V8 nos permitirá disfrutar desde el primer momento de su descomunal par.

Poco queda de la bestia incontrolable que era décadas atrás. La respuesta del bastidor ahora es muy equilibrada, más en un coche que monta el motor delante y empuja por detrás como el modelo original. La dirección es precisa aunque el tacto no es muy real debido a su desmultiplicación electrónica.

La capacidad del motor es sencillamente brutal mientras que su sonido no deja de ser adictivo. En conducción alegre queda patente su raza y ni los frenos se quejan por abuso de su uso en un tramo virado. Además cuenta con el Drive Mode que nos permite elegir entre los modos Nomal, Sport Plus, Track y Snow/wet, y que modifica la respuesta del acelerador, la dureza del volante y el ESP.

Por ciudad te costará pasar desapercibido aunque igual tampoco lo sacas mucho cuando ves que el consumo medio por la urbe se dispara más allá de los 30 litros cada 100 km/h. Aunque también hemos de defender que la gasolina se paga a gusto al volante del Mustang. Porque otro detalle que nos gustó fue su precio, a partir de 37.000 euros el EcoBoost Fastback y de 44.000 euros el V8 mientras que el Convertible cuesta 4.000 euros más. No es un regalo peo es como para pensártelo y pasar de la fantasía del Mustang de Guisval a uno real.

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