El CEO de Seat, Luca de Meo, ha compartido su visión sobre los retos a los que se enfrenta la industria de la automoción. El principal reto es pasar de proveer vehículos a proveer soluciones de movilidad.

En referencia a la irrupción de las energías alternativas y del coche eléctrico, el CEO de la compañía ha apuntado que “la ciencia de materiales se enfrenta al desafío de desarrollar materias avanzados y de bajo coste que permitan la expansión del coche eléctrico y la irrupción definitiva de las energías renovables”. De Meo ha destacado que Seat ha presentado recientemente su ofensiva eléctrica, que incluye seis nuevos vehículos eléctricos e híbridos enchufables tanto de Seat como de Cupra; y que la compañía desarrollará junto al Grupo Volkswagen una nueva plataforma eléctrica para coches urbanos que “será la base para crear vehículos eléctricos al alcance de un público más amplio: vamos a contribuir a democratizar la movilidad sostenible”.

De Meo ha puesto énfasis en uno de los proyectos más ambiciosos en el ámbito de la conectividad y la inteligencia artificial, como es el coche eléctrico y autónomo. “Cuando la tecnología y la legislación estén listas, el coche autónomo tendrá el potencial de reducir el coste de transporte por carretera en un 90%”. De Meo también ha remarcado que contribuirá a alcanzar el objetivo de SEAT de cero accidentes: “el coche conectado y autónomo hará que la conducción sea diez veces más segura eliminando el factor humano de la ecuación, que, a día de hoy, es el responsable de más del 90% de los accidentes de tráfico”.

Capacitar para el futuro

Por último, Luca de Meo ha reflexionado sobre la importancia de las personas, quienes están detrás de toda revolución tecnológica y ha sentenciado que “debemos invertir en formación y en capacitar nuestra fuerza laboral. En 10 años el 50% de nuestros empleados trabajarán en puestos de trabajo distintos a los que están ahora, y algunos ni siquiera existen a día de hoy”. Por este motivo, Seat invirtió el año pasado casi 23 millones de euros en formación, el equivalente a 1.500 euros por empleado, 17 veces por encima de la media española. “Ayudar a nuestros empleados a reinventarse es clave”, ha concluido.