El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado la primera normativa del Estado que unifica los criterios sobre el diseño, construcción y mantenimiento de los túneles viarios urbanos.

Uno de los túneles urbanos de Barcelona, el de la Rovira (Foto: Jordi Ferrer / Wikimedia Commons)
Uno de los túneles urbanos de Barcelona, el de la Rovira (Foto: Jordi Ferrer / Wikimedia Commons)

Según recoge El Punt el documento estipula las instalaciones que deben tener, la seguridad en función de la longitud y volumen de tráfico y elaborar un estudio de movilidad en caso de que el túnel quedase fuera de servicio.

Cada carril deberá tener 3 metros de anchura, o 3,25 si están destinados al transporte público. Los túneles de más de 1.000 metros de longitud requerirán, además, un carril adicional para vehículos de emergencia. También deberán tener una acera de 75 centímetros de ancho como mínimo, y salidas de emergencia que comuniquen directamente con la calle cada 200 metros.

Un trabajo colaborativo para regular los túneles

La normativa es fruto de un trabajo que comenzó hace cuatro años desarrollado con la participación de la Guardia Urbana, los Bomberos, Protección Civil, el área de Movilidad del Ayuntamiento y el Área Metropolitana, que gestiona las rondas.

Se trata de la primera regulación del Estado que afecta específicamente a los túneles urbanos y pretende ser un modelo que se pueda exportar a otras ciudades.

13 km de túneles

Barcelona tiene 13 kilómetros de túneles viarios y pronto se sumarán unos cuatro más con la construcción del túnel de la Sagrera y el de la Trinidad.