Una clásica del futuro

Texto: Jordi Mejías / Fotos: Kimi Sabaté

Yamaha ha pasado de seguir la tendencia de las motos vintage a marcarla con propuestas como la XSR 700, una naked de estilo vintage que comparte la base de su hermana la MT-07 pero va más allá en cuestión de imagen.

Destaca el asiento retro en dos texturas, el nuevo subchasis trasero desmontable dándole un toque minimalista y fácilmente personalizable, así como un depósito central de aluminio y un nuevo faro con unos soportes que le dan un aire de ‘vieja escuela’. El piloto trasero es un ejercicio de diseño.

La ergonomía que dibuja el triángulo formado entre el manillar, el asiento y los reposapiés se nos antoja una posición de conducción más cómoda y relajada que la MT-07, con la espalada más erguida.

En ciudad se desenvuelve como pez en el agua, la respuesta a bajo y medio régimen del motor la hacen fácil de conducir desde el primer momento. La frenada es dosificable y la presencia del ABS, toda una garantía.

Será por carretera donde disfrutemos de la XSR 700 con una parte ciclo equilibrada y un voluntarioso motor que no nos meterá en ningún aprieto. No obstante encontraremos que la horquilla es algo blanda y penaliza la conducción deportiva en busca de un plus de confort.

Para esta prueba hemos contado con una unidad personalizada con el kit monoplaza y detalles como las manetas o el escape Akrapovic que emite una melodía embriagadora. El precio arranca desde los 7.499 euros aunque es personalizable hasta los 11.100 euros.

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