Las motos eléctricas van ganando protagonismo en nuestras calles impulsadas por toda una serie de ventajas frente a los modelos de motor térmico. Cero emisiones para preservar el medio ambiente, facilidad de conducción, ausencia de contaminación sonora y un motor que no desprende calor son parte de sus reclamos. En este escenario, la Zero FXE emerge como una opción divertida y rompedora para moverse por la ciudad y más allá.

La Zero FXE destaca por su diseño y tecnología, que se funden para traer del futuro la última propuesta de la firma californiana que hace de su imagen y de la carga tecnológica parte de su atractivo, tanto para usuarios que llegan al mundo de las motos con el carnet A1 o B con tres años de experiencia con la versión de 11 kW como los poseedores de carnet A2 para conducir la versión full power.

La FXE destila una imagen vanguardista pensada para convertirse en la referencia del mundo de las dos ruedas. Ahora incorpora la iluminación full LED y un nuevo cuadro de instrumentos de TFT a todo color. Dinámicamente llega impulsada por el motor Z-Force 75-5 de 34 kW (45,5 CV) y 11 kW (15 CV) de potencia y un par motor de 106 Nm que le permite alcanzar los 137 km/h de velocidad punta. Con las baterías Z-Force de 7,2 kWh y la gestión del sistema operativo Cypher II brinda 161 kilómetros de autonomía en ciudad. 

Con solo 135 kilos de peso, la FXE es una fuente inagotable de sensaciones para disfrutar de la conducción 100% eléctrica. Se trata de una moto ligera, sin embrague ni cambio de marchas y muy fácil de llevar para moverse entre el tráfico como pez en el agua y disfrutar en la carretera gracias también a una posición de conducción erguida y cómoda.

En la parte ciclo destacan unas suspensiones totalmente ajustables firmadas por el especialista Showa mientras que como neumáticos de serie calza Pirelli Diablo Rosso II. La frenada es J.Juan y el ABS Bosch, todo componentes de primera para equipar a la última creación de Zero Motorcycles cuya altura del asiento se sitúa a 836 milímetros del suelo.

De gestionar la potencia se encarga dos modos de conducción como son el Eco y el Sport. Además, la FXE ofrece la posibilidad de conectarse al teléfono inteligente a través de la aplicación de Zero para personalizar la experiencia de conducción además de disponer todos los datros de la moto, como conocer el nivel de carga de batería de forma remota.

Una vez en marcha, la FXE es una fuente de sensaciones. La ausencia de ruido del motor nos permite escuchar el zumbido del motor que rápidamente asociaremos a una capacidad de aceleración inusitada. La FXE resulta muy ágil y maniobrable aunque el asiento puede resultar un poco alto para según que usuario.

De chasis y frenos va sobrada mientras que el motor es todo suavidad. Pero también prestaciones para disfrutar de la conducción de una moto eléctrica. En suma, la FXE es todo un descubrimiento, una moto que gusta a todo el que la prueba. Aunque otra cosas es que nos cuadre en nuestro día a día y se ajuste a las posibilidades de carga. Porque aunque no es barata, a la larga sale a cuenta ya que apenas necesita mantenimiento y aunque la electricidad está cara no tanto como la gasolina. ¿Y el precio? 15.440 euros en España y 14.190 euros en Canarias. Hasta final de junio Zero mantiene la campaña Go electric con un descuento de 1.500 euros en la compra de una FXE o modelo similar.