Foto: Volvo
Foto: Volvo

Volvo  tiene previsto poner en marcha el experimento de conducción autónoma más avanzado de China, en el que los conductores locales probarán los vehículos de conducción autónoma por las carreteras públicas en condiciones normales de circulación.

Volvo espera que el experimento incluya hasta un total de 100 vehículos. En los próximos meses comenzará a negociar con las ciudades interesadas para saber cuáles pueden facilitar los permisos, normas e infraestructura necesarios para llevar a cabo el proyecto.

Volvo está convencida de que esta tecnología reducirá los accidentes de tráfico, acabará con los atascos, disminuirá la contaminación y permitirá a los conductores utilizar de forma más productiva el tiempo que pasan en el vehículo.

Reducir los accidentes

Las investigaciones que baraja Volvo indican que la conducción autónoma tiene potencial para reducir el número de accidentes de tráfico de manera muy significativa. Se estima que el 90 % de los accidentes se deben al error humano, y este factor desaparecerá con los vehículos de conducción autónoma.

En lo que se refiere a la congestión circulatoria, los vehículos de conducción autónoma permiten que el tráfico se desplace de manera más uniforme, con lo que disminuyen los atascos y, por extensión, también la contaminación y las emisiones. Por último, una menor congestión circulatoria se traduce en un valioso ahorro de tiempo para los conductores.