Honda sacude el segmento del touring con una propuesta que busca seguir su propio camino.
FIRMA: Sergi Mejías
Honda toma la base de la CRF1100L Africa Twin para dar vida a una interesante propuesta para viajar pero también pensada para poder utilizarla en el día, un modelo fácil de manejar, cómodo y bien equipado, heredero de la Honda Deauville y Pan-European.
Estéticamente hereda los grupos ópticos de la X-ADV, cuenta con una pantalla derivabrisas con la altura regulable manualmente y unos deflectores laterales que desvían el aire de las manos. Dispone de dos tomas de corriente, de mechero y USB.
De serie cuenta con un destacado equipamiento con maletas laterales, control de velocidad crucero, puños calefactables y caballete lateral, entre otros, además de una electrónica completa con control de tracción, anti-wheelie y modos de conducción.
El motor destaca por su amplio rango de aprovechamiento con 102 CV de potencia que ofrece buenos bajos y medios y una buena pegada final. Honda homologa un consumo de 5 litros cada 100 kms y una autonomía cercana a los 400 kms. En la parte ciclo destacan las llantas de 17 pulgadas.
En una primera toma de contacto en la presentación internacional dejó patente un excelente confort y polivalencia. En este caso era la versión DCT, una delicia de cambio semiautomático, para entendernos, que lo hace todo fácil. El motor lleno, la parte ciclo impecable; en suma, una nueva apuesta para el sector touring.
